tag:blogger.com,1999:blog-74687908398051249492024-03-23T11:17:08.326+01:00Escribiendo a mano alzadaCajón/borrador de todas mis ideas...Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.comBlogger25125tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-57428126151685890022019-06-06T16:20:00.000+02:002019-06-06T16:30:15.431+02:00Sobre fracasos e ilusiones<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Lo que son las cosas.</span></i><br />
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Escribí este texto hace ya 5 años, en 2014, pero nunca me decidí a publicarlo y quedó en el cajón. He vuelto a leerlo ahora, tras una conversación entre amigos, y me he dado cuenta de que sigue estando vigente pese al paso de los años. Como si lo hubiera escrito hoy, desde cero. </span></i><br />
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Hora de darle al botón de publicar, parece.</span></i><br />
<br />
<hr />
<br />
Todo empieza cuando aún eres un crío.<br />
<br />
Sin nada que impida imaginarte flotando en el espacio o en un campo de fútbol de primer nivel. O desenterrando huesos de dinosaurios fabulosos en pleno desierto, como me solía ocurrir. La cuestión es que <span style="color: #cc0000;">uno se ilusiona temprano, porque es fácil y se es inocente</span>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después de unos años (casi) todos volvemos a la realidad, y nos empezamos a conformar con sueños un poco más modestos. Nunca llegamos a perder la esperanza del todo, claro; pero durante la adolescencia nuestras pretensiones se vuelven algo menores. Pasas el tiempo, por ejemplo, pensando en ese concierto que darás, dando a conocer esa maqueta tan buena que has grabado con tus colegas; o en el libro que por fin has publicado y puedes regalar a tus padres. Eso sin hablar, por supuesto, de tu vida sentimental, tu coche o tu piso.</div>
<div style="text-align: justify;">
Es verdad, como digo, que <span style="color: #cc0000;">es en la adolescencia cuando te llevas el primer fiasco respecto a tus ilusiones iniciales y te ves obligado a reordenar tus sueños. Pero es, a la vez, el momento en el que te sientes con más fuerza que nunca.</span> Te vas a comer el mundo. Estás convencido de que puedes ser tan bueno tocando la batería como cualquier otro, o que tus sagas literarias gustarán tanto que se venderán en todas partes llegándose incluso a rodar alguna que otra película sobre ellas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nadie te va a parar.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>"Delusions are meant to justify the things you do.</b></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Delusions never qualify as an excuse."</b></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b><br /></b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><b>Pariah - dredg</b></span></i></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bueno, ya sabéis todos que eso tampoco es así. Yo mismo soy consciente de que nunca seré el percusionista de un grupo relativamente famoso, dudando incluso de que vuelva a empuñar mis viejas baquetas una vez más. Y es más que evidente que nunca jugaré al fútbol profesional, ni descubriré un dinosaurio al que poner el nombre que yo quiera. Peor aún: poco a poco empiezo a aceptar que jamás terminaré uno de los tantos proyectos literarios que sigo imaginando, ni siquiera llegando a publicar un solitario ejemplar que guardar satisfecho en mi estantería. Muy probablemente nada de esto pase, aunque de seguro lo seguiré intentando. Pero seguramente sea así porque, a fin de cuentas, no valga para ello. Ni valgo ni tengo tiempo ni energía, vaya. Y, realmente, no pasa nada. Quién sabe, quizás haya llegado de nuevo la hora de replantearme mis sueños. He conseguido cumplir otras ilusiones, y éstas me condicionan (inevitable y afortunadamente) el día a día y me impiden perseguir el resto de metas. Y repito, no pasa nada.<span style="color: #cc0000;"> Lo que de verdad importa, en último término, es darse cuenta de quién es uno. De qué tiene. De qué es.</span><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">"Our hopes and expectations.<o:p></o:p></span></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Black holes and revelations."<o:p></o:p></span></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p><i><b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></b></i></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p><i><b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></b></i></o:p><i><b><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Starlight - Muse</span></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p></o:p></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay una persona muy especial para mí que siempre me habla de la que quizás sea la palabra clave en todo esto, aunque no lo sepa: <b><span style="color: #cc0000;">"expectativas"</span></b>. Bien es cierto que ella me lo recuerda con temas mundanos (como puede ser un evento deportivo o una serie de televisión), y que el sentido que le da no se refiere exactamente al tema del que hablo hoy. Pero la idea es clara: sin expectativas no hay chasco. Tan sencillo y cierto como eso.</div>
<div style="text-align: justify;">
¡Ojo!, no digo que se deba vivir sin ilusiones. Eso es imposible, y contraproducente. <span style="color: #cc0000;">La ilusión es el motor de la vida. Sin ambición no hay progreso, ni éxito. Pero hay que aprender a lidiar con esos sueños.</span> Conocerlos, limitarlos y controlarlos. Y saber deshacerse de ellos llegado el momento.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0zLqnFIry6nWy64rv-KJV7Dy-r1BXiwyxQI3odziVreBzcuM5xyEBG86sZv9btLt3BEB7CQYGIjxWvLt3B5F9F0nsgpB23uCKIwYEyDj70kg0Iv4Qah_O3E6t68Q4PBwGe0eo0PJRPG0G/s1600/Sue%25C3%25B1os.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0zLqnFIry6nWy64rv-KJV7Dy-r1BXiwyxQI3odziVreBzcuM5xyEBG86sZv9btLt3BEB7CQYGIjxWvLt3B5F9F0nsgpB23uCKIwYEyDj70kg0Iv4Qah_O3E6t68Q4PBwGe0eo0PJRPG0G/s640/Sue%25C3%25B1os.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>No pudo ser, mis queridas y viejas amigas, pero que nos quiten lo aporreado...</i></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Puede que no consigamos hacer todo lo que nos hemos propuesto, o que no seamos la personas que hubiésemos querido ser. Pero eso no quiere decir que hayamos fracasado, o que no puedan llegar nuevas metas que nos ilusionen y nos hagan avanzar, mejorar y sonreír.<br />
<br />
<span style="color: #cc0000;">Recuerdos y sueños, eso somos.</span><br />
<span style="color: #cc0000;"><br /></span></div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-13287951379284595922019-04-26T22:15:00.000+02:002019-04-26T22:15:15.604+02:00La peor de las crisis<span style="font-family: inherit; text-align: justify;">Y nosotros
que nos las prometíamos felices…</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Lo
escuchabas por todas partes, tanto en tu entorno como en los medios de
comunicación. Éramos la generación más preparada, y la que iba a disfrutar de
una mayor felicidad. Heredando un mundo cada vez mejor donde los avances
tecnológicos y sociales estaban a la orden del día. Y sin embargo aquí
estamos. Aceptando que, <span style="color: #cc0000;">en general, viviremos peor que nuestros padres, sin saber qué pasará con nuestros hijos.</span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Aquí
estamos, digo, en plena <span style="color: #cc0000;"><u>crisis existencial</u></span>; la peor de las crisis.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmXg_ARcMOlh3P6j45O9EhNis1TOELFB-GjertRN-MLddX5OB3AJJe47CzZKDT04F12Sb5xtmoA9xYbeFMhGa5cs9VNnlsgQuMJyCfenczwsvj44mxp-_QzAkia_B5eNTYOfrqViCHxwWI/s1600/CRISIS.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 2em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1506" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmXg_ARcMOlh3P6j45O9EhNis1TOELFB-GjertRN-MLddX5OB3AJJe47CzZKDT04F12Sb5xtmoA9xYbeFMhGa5cs9VNnlsgQuMJyCfenczwsvj44mxp-_QzAkia_B5eNTYOfrqViCHxwWI/s320/CRISIS.jpg" width="299" /></a><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black;">Un retroceso global que se puede diseccionar en un montón de pequeñas crisis. </span><span style="color: black;">Como la obvia, la primera en la que pensamos al
oír el término en sí: </span><span style="color: #cc0000;">la económica</span><span style="color: black;">. El mundo aún intenta recuperarse a duras
penas de la Gran Recesión de 2008, y los que sufrimos somos los de siempre.
Lejos de aprovechar ese punto de inflexión para aprender de errores y corregir
defectos, </span><span style="color: #cc0000;">la riqueza está más polarizada que nunca</span><span style="color: black;">. Vamos, que los que ya se enriquecían antes lo hace aún más ahora. Y espérate que no llegue otra desaceleración económica que nos lleve a todos por delante</span></span><span style="font-size: 13.5pt;">…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Pero también vivimos
otros tipos de crisis, como <span style="color: #cc0000;">la política</span>. Porque los políticos nos han fallado,
y no hay esperanzas de que eso vaya a cambiar. No cuando el principal problema
es que <span style="color: #cc0000;">ya nadie se acuerde de lo que significa en verdad hacer "política". De la
importancia de sentarse a hablar, y negociar. Ceder, comprometer y llegar a
acuerdos.</span> Eso es política, la de verdad, la única capaz de regular sociedades como las de ahora, tan
complejas y heterogéneas. Desgraciadamente a los dirigentes políticos se les
ha olvidado esto, y no son capaces de gobernar si no son con mayorías. Imponiendo sus ideas, sin ceder en nada. Y así nos va, en una inestabilidad
constante que te deja a merced de la mentira y los extremismos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Y digo mentira porque,
sí, también estamos en plena <span style="color: #cc0000;">crisis de la verdad</span>. El ser humano, vago por naturaleza,
ha dejado de pensar y procesar la información que recibe. Lo quiere todo
masticado, para asimilarlo y no tener que perder tiempo ni energía en
analizarlo. Y de esta manera queda expuesto a la falsedad. </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;">Es irónico pensar que</span><span style="color: #cc0000;">
es ahora, con tanta información en nuestras manos, cuando somos más engañados que nunca</span>. Ya sea por las famosas <i style="color: black;">"fake news"</i> que nos llegan para manipularnos o porque las noticias circulan incompletas o imprecisas (como expliqué hace poco <a href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/1119245204488445954?s=20" target="_blank"><i>aquí</i></a>, en Twitter).</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Junto a la mentira,
decía, también estamos expuestos a las ideologías radicales. Ésta es la <span style="color: #cc0000;">crisis moral</span>, y
quizás la más preocupante. ¿Cómo puede ser posible que aún haya racismo,
homofobia o machismo? Peor aún, ¿cómo puede ser que haya un aumento de las
ideologías y partidos políticos que las defienden? Pues muy probablemente se deba a una mezcla de todo lo expuesto anteriormente. A que <span style="color: #cc0000;">la combinación de pobreza, mentira y falsedad política resulte en una mezcolanza explosiva, capaz de sacar lo peor del ser humano</span>.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Soy consciente de que aquí no he contado nada nuevo. Todo esto lo hemos oído y leído mil veces, y desde hace años. Pero justo ése es el problema, y en lo que quiero hacer hincapié. Porque, <span style="color: #cc0000;">aunque todo esto lo sabemos desde hace tiempo, nada ha cambiado</span>. O no lo suficiente. ¿Por qué puñetas no hacemos nada para
arreglarlo? Dejémonos de tonterías, de excusas para no afrontar estos problemas tan reales. Y dejémonos de
hablar por aparentar, por el mero hecho de quedar bien. <span style="color: #cc0000;">Pasemos a la acción</span>. Actuemos para que las
personas no sean discriminadas por su raza, o su condición sexual. Actuemos
para que las mujeres cobren lo mismo que sus compañeros. Actuemos para preservar el planeta. ¡Que ya es hora! </span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">¿Y qué podemos hacer? Todo acto, por pequeño que sea, suma. Ya sea por su efecto directo sobre uno de estos problemas, o por su influencia en la gente que nos rodea. <span style="color: #cc0000;">Sólo se necesita una pequeña chispa para encender todo un fuego</span>. Pensemos por ejemplo a pequeña escala, alzando la voz cada vez que presenciemos una situación de discriminación, o con pequeños gestos ecológicos como usar menos plástico, ahorrar agua o apagar la luz. Pero también a gran escala, actuando como una sociedad viva, funcional. El ejemplo más claro, e inminente, son las próximas elecciones. No, ningún partido arreglará todo esto en la próxima legislatura, ni ninguna formación probablemente te represente al 100%. Pero es vital votar para que la democracia funcione. Para que sea la población, y no cuatro gatos privilegiados, los que decidan el rumbo del país. Vota, por favor; sea a quien sea, pero vota.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Dejemos de ser agentes pasivos, viendo la vida como un inmenso <i>reality</i> de
televisión donde somos meros espectadores. </span><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #cc0000;">¿Qué necesitamos que pase para que
reaccionemos?</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">¿Más Trumps por el mundo? Están en camino. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Nuevas leyes que
coarten nuestra libertad? Ya vienen. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Un cataclismo planetario? Antes de lo que
creemos.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Pero cuando todo eso
ocurra recordad que la realidad no es un programa de televisión del que puedas huir
cambiando de canal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;">Tic, tac…</span><o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-2072968672346770282019-02-08T21:10:00.001+01:002019-02-08T21:11:32.529+01:00Luceros en la oscuridad<div style="text-align: justify;">
<b>Había una vez una sociedad.</b> Imperfecta, porque todo en este universo es imperfecto. Pero bueno, funcionaba. Sus miembros, unas insignicantes criaturas que supieron explotar cierta peculiaridad suya, se dieron cuenta que las cosas se hacían mejor en grupo. Así, resultaba más eficiente cazar un bisonte, construir una choza o confabular en los mentideros. Y de esta forma pues, bueno, tiraron hacia delante. Con sus rencillas, claro. Porque, aunque insignificantes, esas criaturas tenían orgullo. Y no les hacía mucha gracia que alguien estuviese por encima de ellos, que fuese más importante. Ya sabéis, <i>"Planta ese olivo un poco más allá, que le hace sombra a mis geranios"</i>, o <i>"Te vamos a cortar la cabeza, querido rey, pero no es nada personal"</i>. Lo típico. Minucias que no evitaron que esta sociedad prosperara poco a poco.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un día, sin embargo, llegó la oscuridad. Y no, no quiero decir que se fundieran los plomos de los rascacielos, o que su sol de repente muriese propiciando un apocalipsis astronómico. Me refiero a que se apagó el "fuego" que había alumbrado a esta sociedad desde sus albores, esa peculiaridad que los había hecho destacar de entre las demás criaturas: la inteligencia. No fue algo repentino, ni mucho menos. Digamos, más bien, que llegó como un atardecer. De ésos que las prisas de la vida no te dejan ya ni disfrutar, pero que ocurre inexorablemente. Y que avanza, hasta que de repente te das cuenta que es de noche (y tú con la colada sin hacer). Pero así le pasó a esta sociedad, que de pronto se percató que todo era oscuro a su alrededor. <b>Y es que la ignorancia había inundado cada rincón de sus ciudades, de sus instituciones y de sus cabezas.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El problema, desgraciadamente, es que en la oscuridad no se está tan mal. Quizás dé un poco de miedo al principio, pero pronto se pasa. Compensa, por el hecho de no tener que ver los riesgos, los problemas, que hay ahí fuera. Por no tener que gastar energía en pensar, y actuar. La ignorancia es cómoda. Es felicidad. Y por ello, sin demasiado esfuerzo, la sociedad abrazó la oscuridad, y la hizo suya. Ajena a lo que pasaba en realidad. Ajena a que ello marcaría el principio de su fin, ya que eventualmente serían incapaces de ver llegar al "monstruo" que se aproxima en la oscuridad. Afortunadamente, en esta historia también hay héroes. Y es que, a veces, entre tanta negrura aparecen luces. Aquí y allá. No son demasiadas, pero las hay. Son criaturas que se niegan a resignarse, o a vivir en noche eterna. Y, contra viento y marea, luchan para volver a traer la claridad a la sociedad. Ya sea por sus ideas rompedoras, por su activismo, o simplemente por el efecto que tienen en su alrededor, <b>estos "luceros" se convierten en auténticos guías a lo que acudir para escapar de la oscura estupidez.</b><br />
<br />
Pero, ¡ay!, cuando uno está a oscuras cualquier luz deslumbra demasiado. Y, de la misma manera, estos luceros resultan molestos para algunos. Esto ocurre, en ocasiones, por el mismo hecho de ser diferentes (ya sabéis, lo raro asusta). Otras, porque es el mensaje en sí lo que resulta extraño, y la sociedad no está preparada para ello. Pero, generalmente, todo sucede por la misma razón: la envidia. Aquel "orgullo" del que hablaba antes, que nos impide alegrarnos (¡y beneficiarnos!) del bien ajeno. <b>Y es así como los "ciegos", deslumbrados por la clarividencia de los luceros, se lanzan a por ellos.</b> Sedientos desde la comodidad del anonimato, sintiéndose seguros al actuar en manada e incomprensiblemente orgullosos de la estupidez que hacen. Aprovechando en ocasiones cualquier mínimo error (recordad, todos somos imperfectos) o signo de flaqueza de esas centellas que pelean por seguir titilando en la noche. Buscando apagarlas para siempre, perpetuando la noche en el mundo. Sin darse cuenta que, así, no hacen más que autodestruirse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Pero... ¿por qué? ¿Por qué primar el bien individual sobre el colectivo? ¿Por qué no centrar ese esfuerzo destructivo en algo constructivo? ¿Por qué no sumarse a los luceros, en vez de oponerse a ellos? <b>¿Por qué, maldita sea, tanto empeño en exterminar lo que otros crean, por el mero hecho de no ser obra tuya?</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg9GvWCA8Hxr5x5zepyDOI4GXKBhyphenhyphenDikiplR_pRXdgPCH9bU6k7UWNjXpZyi6EKw9EzRhm6LduCuye8qrnU_2MWJ6ZotdbsXpsK1DIOiCxoAq2QehxaR6tiWnYokEKIo4SsfPQDD9bIw9g/s1600/Shooting+Star.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="804" data-original-width="1280" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg9GvWCA8Hxr5x5zepyDOI4GXKBhyphenhyphenDikiplR_pRXdgPCH9bU6k7UWNjXpZyi6EKw9EzRhm6LduCuye8qrnU_2MWJ6ZotdbsXpsK1DIOiCxoAq2QehxaR6tiWnYokEKIo4SsfPQDD9bIw9g/s400/Shooting+Star.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
Por favor, no seamos estúpidos. No pongamos trabas a nuestro progreso, a nuestra sociedad. Y busquemos luceros. Bebamos de su luz, reflejémosla hacia los demás. Y atesorémoslos, cuidémoslos, sin permitir que los apaguen. Quizás así, algún día, podamos volver a disfrutar de los atardeceres de verdad.</div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-49379505196911719562016-06-25T18:06:00.001+02:002016-06-25T19:30:25.919+02:00Goodbye, UK… Adiós, sentido común…<div style="text-align: justify;">
Y que sea la política europea la que me haga volver a escribir…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<u>Aclaración</u>: no voy a hablar de economía, sencillamente porque no tengo ni idea. Es decir, nada de temas fiscales, comerciales o similares. Ni tampoco de asuntos legales, por la misma razón. Y eso que, según leo, todos estos aspectos son suficientes para llegar a la conclusión que la salida de Reino Unido de la Unión Europea es un error tan grande como el Big Ben. Pero no es de eso de lo que voy a escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me han entrado ganas de volver a teclear porque <b>me duele ver cómo se resquebraja Europa</b>. Cómo se va al garete una buena idea de cooperación y unión porque a la gente le debe de parecer cansado pensar por su cuenta, siendo mucho más fácil y cómodo dejarse engañar. Y todos sabemos que el euro tiene más sombras que luces, y que la Unión Europea en sí no es tan bonita como la pintan. Pero en el fondo de lo que hablamos es de una "idea", una "ilusión", que quiero pensar que sigue vigente. Y es justo eso lo que estamos empezando a perder ahora. Pero ojo, no con el <i>Brexit</i>. Este referéndum es la primera repercusión a gran escala de esos conatos de estupidez presentes desde hace tiempo en otros países como Francia, Holanda o Austria. Focos de populismo que atontan y controlan las masas, y que demasiadas veces van de la mano de la intolerancia y la xenofobia. Demagogia que se aprovecha de los peores momentos para alzarse con el poder, y dibujar una realidad lejos de la deseada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como si fuera la primera vez que ocurre esto en Europa, ¿verdad?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego está, claro, el tema de los resultados, que también tiene tela. Prácticamente un 52% a favor de la ruptura. La mayoría, nadie lo discute. ¿Pero de verdad un 52% es suficiente para seguir con el proceso? No, no voy a hablar ahora del (semejante) caso de Cataluña, ni de que la gente no tenga derecho a decidir. Faltaría más. Pero un poco de cordura, leñe. Una decisión de tal calado no puede determinarse tan a la ligera. No con un simple referéndum, donde además la opinión está dividida casi a partes iguales. Eso no es inteligente. Será democrático, pero no inteligente. Ni apropiado. <b>¿Cuándo nos daremos cuenta de que la democracia es tan loable como imperfecta?</b> ¿Tan malo es reconocerlo, e intentar corregirla?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es interesante pensar cómo todo esto se ha desencadenado, en parte, por el tema de la inmigración. En concreto, los refugiados. Personas desamparadas que buscan ayuda. <b>¡Solidaridad! Curiosamente uno de los idílicos pilares sobre los que se asentaba la Unión Europea en su origen</b>. Y no sólo eso, sino que estas personas están huyendo de zonas en guerra controladas por organizaciones terroristas. Vaya, justamente los mismos enajenados cuyo principal objetivo confeso es el desmoronamiento de Europa. ¿Es acaso ésta la victoria del terror? ¿De verdad estos descerebrados han sido más listos que nosotros?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace unos años, cierta exitosa serie de televisión (<i>"Perdidos"</i>, vaya) popularizó la expresión <i>"Live together, die alone"</i> (que no es más que una variante de la tradicional <i>"United we stand, divided we fall"</i>). Vamos, que o sobrevivimos juntos o iremos cayendo por nuestra cuenta, y solos. Y ante el panorama actual no paro de recordar esa frase. Reino Unido. Cataluña. El muro de Estados Unidos… Me deja estupefacto ver cómo la gente cree que todos los problemas son culpa de los demás. Que encerrarnos en nuestra concha hará nuestra vida mejor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y ahora a saber qué pasará. Quizás, de alguna manera, todo vuelva a su cauce normal antes de hacerse efectiva la ruptura. O puede que a Reino Unido le siga Holanda o algún que otro país centroeuropeo, acabando así definitivamente con la Unión Europea. Y todo esto con Trump, flamante nuevo presidente de los excelentísimos Estados Unidos de América, felicitando a cada país por recuperar la libertad que les habían robado. A saber. Pero lo que está claro es que, <b>a pesar de Internet, de los smartphones/smartwatches/smarthostias y de Hollywood, el ser humano sigue siendo una especie con frágil memoria.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y ya nos vale…</div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.comDallas, Texas, EE. UU.32.7766642 -96.79698789999997632.3496592 -97.442434899999981 33.2036692 -96.151540899999972tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-41238262846686251342014-12-05T19:50:00.000+01:002014-12-05T19:50:57.998+01:00Lágrimas negras<div style="text-align: justify;">
La mina llora. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora porque ya casi nadie se acuerda de ella. De lo que ha significado, significa y significará para esta tierra que tanto amamos. Porque le debemos mucho dolor, sí, pero también infinita vida. E infinitos símbolos de resistencia, de revolución. De lo que somos los asturianos: duros e indomables.
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora porque, cuando todo acabe, cuando el último pozo se haya cerrado y no quede ningún <i>"abuelo picador"</i> sentado en el pueblo contando su historia, sólo el perfil de los castilletes en lo profundo de los valles indicarán que existió alguna vez. Sola, en mitad de la tierra. Como Asturias.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora porque ya nadie la valora. Porque dicen que es mucho más rentable traer el mineral de afuera y cerrarla a ella, quedando la gente sin trabajo; sin pozos y sin alternativas. Mientras son otros, y no los mineros, los que se enriquecen de ti. De tu abandono. De tu muerte. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mina llora porque el grisú irrita sus ojos, porque los postes se le fracturan y porque con cada galería que se desquebraja se derrumba su corazón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora por todo el daño del que se sabe responsable. Porque siente como suyos todos los huérfanos, todas las viudas. Todos los mineros de ojos enrojecidos que, rotos por el dolor y el cansancio, abandonan el pozo tras haber intentado lo que estaba de su mano para sacar a sus compañeros de la oscuridad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora porque pocos cantan ya a <i>"Santa Bárbara bendita"</i>. Y son menos aún los que se emocionan con ella. Al pensar en esos cuatro compañeros. En la camisa manchada de sangre. En todas las <i>Maruxinas</i>, leales y nerviosas, que esperan ansiosas oír la puerta de la entrada al abrirse, que se estremecen al escuchar los accidentes por la radio. O en todos los hijos e hijas que no pueden dormir, no hasta que acaba la jornada de trabajo y todo el mundo vuelve a casa, sano y salvo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llora porque está sola. Porque ya nadie la recorre. Porque no creo que exista imagen más melancólica y triste que la de la galería en la oscuridad, la jaula destrozada contra el suelo tras haber sido cortado su cable y el constante tintineo de las gotas que se filtran por las paredes, acompañando el grave y constante rumor procedente del corazón de la Tierra. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por todo eso llora la mina, y lloro yo. Lágrimas negras. Como el carbón.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/UJ3VMdeRxRU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-small;">Ninguna canción me puede emocionar tanto como ésta…</span></i></div>
<br /></div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-37254058508137502262014-06-17T23:09:00.000+02:002014-06-17T23:09:18.328+02:0050 razones<div style="text-align: justify;">
Hace unos días me encontré con <a href="http://www.jotdown.es/2014/05/cien-razones-por-las-que-vivir/">este artículo</a> de Jot Down sobre 100 razones por las que la vida merece la pena, y si bien me pareció una idea interesante más aún lo fue el darme cuenta de que sólo coincidía en un par de cosas. Por ello he decidido elaborar mi propia lista, aunque más humilde (sólo 50) y centrada en momentos y sensaciones puntuales.</div>
<br />
Así pues, y sin orden en particular…<br />
<br />
<ol>
<li>Bea.</li>
<li>Sentir canciones como <a href="https://www.youtube.com/watch?v=JzIK5FaC38w">ésta</a>. Por siempre.</li>
<li>Escuchar el bramido del mar.</li>
<li>Sentirte nada bajo un cielo estrellado.</li>
<li>Ciertos paseos solitarios, inmerso en mis pensamientos.</li>
<li>Todo lo que me queda por escribir.</li>
<li>Inspirarme con el trabajo de los demás.</li>
<li>Leer hasta las tantas sin darme cuenta.</li>
<li>Lo mismo, pero con YouTube.</li>
<li>Una siesta a la sombra de un buen árbol.</li>
<li>Presenciar cómo evolucionaremos, qué más inventaremos.</li>
<li>Presenciar cómo nos destruiremos.</li>
<li>El estúpido éxtasis de ganar a juegos como el <i>"2048"</i>.</li>
<li>Los momentos de intimidad. Sí, también ésos.</li>
<li>Tirarme en la cama y estirar bien las piernas tras un día demasiado largo.</li>
<li>Una ducha relajante (ya sea fría o caliente, según la necesidad).</li>
<li>Las parrillas familiares.</li>
<li>Todas y cada una de esas cervezas que tomo con vosotros, amigos.</li>
<li>Llorar de risa.</li>
<li>Llorar de alegría.</li>
<li>Llorar con el prólogo de <i>"UP"</i>.</li>
<li>Lo bien que sienta el cansancio tras el ejercicio físico.</li>
<li>La victoria, sea en un deporte, un juego de mesa,…</li>
<li>La inocencia de los niños.</li>
<li>Que mis padres se sientan bien. Y orgullosos.</li>
<li>La camaradería que tengo con mi hermano.</li>
<li>Entender y valorar la naturaleza que nos rodea.</li>
<li>Defender <i>"El Principito"</i> como lectura obligatoria.</li>
<li>La libertad que da el poder soñar. Con lo que sea. ¡Y gratis!</li>
<li>El vacío en el estómago cada vez que despega el avión.</li>
<li>Viajar. Salir de la protección de mi escondite. Y conocer…</li>
<li>Ir a Dallas, volver, y disfrutar de todo ello.</li>
<li>Mejorar. Por mí mismo y por los demás.</li>
<li>Cambiar el mundo de alguna forma, por poco que sea.</li>
<li>Regar el árbol que plantaré.</li>
<li>Compartir el libro que escribiré.</li>
<li>Educar el hijo que tendré.</li>
<li>Apagar la luz, cerrar los ojos y disfrutar de la música.</li>
<li>Despertar con el frescor de la mañana, asomado a la ventana.</li>
<li>Descubrir y aprender algo nuevo cada día. Y cuanto más difícil sea, mejor.</li>
<li>Llenar un folio en blanco con una idea. También me vale una pizarra y un rotulador o tiza.</li>
<li>Despertar y saber que puedo dormir un poco (mucho) más.</li>
<li>Coger las baquetas y pretender ser un buen batería, ya sea con mis colegas o solo en casa.</li>
<li>Intentar que los buenos recuerdos nunca queden en el olvido.</li>
<li>Asistir a un concierto de cierto grupo. Y de ese otro. Y también de aquél.</li>
<li>Sentir el afecto de los demás.</li>
<li>El maravilloso, impredecible y, por más que queramos, incontrolable azar que rige nuestras vidas.</li>
<li>Preguntarme siempre "¿por qué?", sin conformarme.</li>
<li>Perder el miedo a la muerte.</li>
<li>Comprender el sentido de la vida (y no, no es <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_sentido_de_la_vida,_el_universo_y_todo_lo_dem%C3%A1s">"42"</a></i>).</li>
</ol>
<br />
¡A vivir! Que son cuatro pipas…<br />
<br />Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-32543060707207613562014-02-18T16:22:00.000+01:002014-02-18T16:22:26.474+01:00Sobre la inspiración<div style="text-align: justify;">
La necesitamos, y ella lo sabe.<br />
<br />
Todos los que alguna vez hemos tenido delirios de escritor somos conscientes de que sin inspiración no somos nadie. Que nos es <b><span style="color: #0b5394;">vital</span></b>. Pero que también es <b><span style="color: #0b5394;">caprichosa</span></b>, como la <i>ley de Murphy</i>. E <b><span style="color: #0b5394;">inoportuna</span></b>, apareciendo cuando no podemos hacerles caso o escondiéndose cuando la buscamos desesperados (siendo éste, además, su pasatiempo favorito). Y de nada servirán nuestras quejas o ruegos al aire; sólo ella sabe cuándo hará acto de presencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero he de decir que esta imprevisibilidad no siempre es mala, ya que a veces la musa es también <b><span style="color: #0b5394;">generosa </span></b>y te regala algún que otro momento especial. Y siempre ocurre igual: de repente ves, escuchas o simplemente vives algo que te hace parar por un segundo mientras sientes que te inunda un cúmulo de sensaciones e ideas. Deseas volver a casa corriendo y ponerte a escribir sin parar, intentando plasmar gráficamente lo que sentiste durante ese momento de inspiración para poder transmitirlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Precisamente en los últimos días he recibido varios de estos obsequios, aunque por desgracia en ninguna de esas ocasiones fui capaz de sentarme a tiempo para escribir sobre ello. Para cuando lo hacía ya era demasiado tarde, resultando imposible recuperar esas sensaciones. Como las que me produjo aquel anciano en el centro comercial, leyendo con dificultad su lista de la compra antes de alargar la mano para coger un cartón de zumo de marca blanca. O aquella pequeña nota escrita a mano que ofrecía los servicios de un fontanero al que imaginaba como un padre de familia desesperado para el que los "brotes verdes" seguían siendo malas hierbas en forma de políticos o banqueros. O el perro que encontré hace poco atado a una señal de tráfico esperando obediente a su dueño, si bien yo no veía por los alrededores ningún establecimiento o bar que pudiese sugerir una parada temporal de su amo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Son estos momentos, estas "fotografías" del día a día las que me remueven por dentro y me piden a gritos que escriba. Sobre lo que sea. La vida que sufrimos o la que quisiéramos disfrutar en realidad. Historias reales o ficciones espaciales. Lo que soy, o lo que ya jamás llegaré a ser.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A fin de cuentas: que escriba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es así como uno se da cuenta de que, esencialmente, la inspiración es taimada,<b><span style="color: #0b5394;"> sagaz</span></b>. Porque siempre se sale con la suya, siempre gana. Aunque creas que se ha olvidado de ti, y que te ha abandonado, siempre acaba volviendo. Y tú, tonto esclavo, escribiendo. Porque es lo que ella quiere de ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y aquí me tiene. Sin tiempo ni fuerzas, y muy oxidado tras un largo periodo sin darle a la tecla. Pero aquí me tiene.</div>
<br />Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-51120735977689707572013-02-07T23:39:00.000+01:002013-02-08T09:29:53.436+01:00Retos a la carta (II): En 20x10 palabras<div style="text-align: justify;">
¿Recordáis a <b><i>Jorge</i></b>? Sí, el mismo que me retó en su día a <a href="http://escribiendoamanoalzada.blogspot.com.es/2011/11/es-tonteria.html"><b>escribir sobre una estantería</b></a>. Pues ha vuelto a las andadas. Y esta vez no viene solo...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En esta ocasión la prueba consiste en <u>escribir un relato que incluya palabras aportadas por nuestros compañeros del trabajo</u>. Tenía que intentar, por supuesto, que el texto tuviese sentido, sin usar frases forzadas. Es decir, que las palabras se amoldasen al relato, no al revés.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como me gustó la idea nos pusimos a preguntar y recopilamos <i>20 términos</i>. Y hay de todo, desde vocablos normales y típicos (<i>"hija"</i> o <i>"coche")</i> hasta una excentricidad que nadie había oído antes: <i>"almadraba"</i> (muchas gracias, Víctor...). El repertorio final, ordenado alfabéticamente, es el siguiente:</div>
<br />
<table style="text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="margin-top: 0px; padding-bottom: 15px; padding-left: 30px; padding-right: 15px; padding-top: 15px; width: 20%;"><div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>almadraba </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>armario </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>caca </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>coche </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>cojinete </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>comisura </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>fresa </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>hija </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>limón </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>martillo</b></span></i></div>
</div>
</td><td style="margin-top: 0px; padding-bottom: 15px; padding-left: 15px; padding-right: 15px; padding-top: 15px; width: 20%;"><div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>melocotón </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>mimosa </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>mochila </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>patata </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>pipeta </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>primavera </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>probeta </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>puta </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>rayas </b></span></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="color: #3d85c6;"><b>tejón</b></span></i></div>
</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una vez obtenidas todas ellas sólo faltaba limitar la extensión. Por ello, y para hacerlo más emocionante (y simple) determinamos poner un <i>límite de 200 palabras</i> (es decir, una de la lista por cada diez del texto). ¡Y ya está!, reto creado. Sólo faltaba escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es ahora cuando os presento, para bien o para mal, el resultado final. No sin antes deciros que estoy abierto a cualquier reto que queráis proponer para esta nueva sección.<br />
<br />
En cuanto a éste... Ya me dirán mis compañeros si he superado la prueba...<br />
<br /></div>
</div>
<span style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><i><span style="font-family: inherit;"><br /></span></i></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="white-space: pre-wrap;"><i><span style="font-family: inherit; font-size: x-large;"><b>···</b></span></i></span></div>
<span style="font-family: inherit; white-space: pre-wrap;"><i><br /></i></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<span style="white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: inherit;"><i>«Empieza por “A”: “pesca de atunes”».</i></span></span></div>
</div>
<span style="font-family: inherit; white-space: pre-wrap;">
—<b><span style="color: #3d85c6;">Almadraba</span></b>...
Sara susurró despreocupada la palabra viendo los <b><span style="color: #3d85c6;">coches</span></b> pasar por la Avenida de las <b><span style="color: #3d85c6;">Mimosas</span></b>, adornadas ya desde principios de la <b><span style="color: #3d85c6;">primavera</span></b> con sus flores color <b><span style="color: #3d85c6;">limón</span></b>. Se giró y observó a su padre toser de pie frente al televisor, manchando con restos de <b><span style="color: #3d85c6;">fresa</span></b> su camisa a <b><span style="color: #3d85c6;">rayas</span></b> favorita; aquélla que siempre le hacía parecer un enorme y torpe <b><span style="color: #3d85c6;">tejón</span></b>.
—Ya está la listilla... ¿Y por qué no vas tú al programa, <b><span style="color: #3d85c6;">hija</span></b>? Así podrías conseguirnos algo de dinero y dejarte de <i>pribetas</i> y <i>popetas</i> de una <b><span style="color: #3d85c6;">puta</span></b> vez —bramó, recogiendo el <b><span style="color: #3d85c6;">martillo</span></b> del suelo y arrodillándose sobre el <b><span style="color: #3d85c6;">cojinete</span></b> de coser de la abuela, dispuesto a reparar al fin el carcomido <span style="color: #3d85c6;"><b>armario</b> </span>del salón.
—Y dale... Son ”<b><span style="color: #3d85c6;">probetas</span></b>” y “<b><span style="color: #3d85c6;">pipetas</span></b>”, papá —corrigió Sara, limpiándose de la <span style="color: #3d85c6;"><b>comisura</b> </span>de la boca el jugo del <span style="color: #3d85c6;"><b>melocotón</b> </span>que estaba comiendo—. Y ya sé que no dan mucho dinero, pero al menos tenemos <span style="color: #3d85c6;"><b>patatas</b> </span>cocidas y algo de fruta...
—¡Oh! Muchas gracias, Ciencia... ¡Por esta <span style="color: #3d85c6;"><b>caca</b> </span>de banquete! —se burló él.
Harta cogió la <span style="color: #3d85c6;"><b>mochila</b> </span>y se fue con un portazo, sin poder evitar sonreír al escuchar el mueble derrumbarse en el interior.
</span><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
</div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-68475501324153672862013-01-04T21:49:00.000+01:002013-01-04T21:49:06.617+01:00El regreso<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>¿A quién pretendes engañar?</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Por mucho que reniegues y amagues con abandonar</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>siempre acabas volviendo; unas pocas palabras más.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Ni la falta de tiempo ni la desgana en general</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>acaban por impedir que dejes la tecla en paz.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Pero aunque dices que basta, que quieres cambiar</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>y ser capaz de componer cada día un poco más</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>la realidad es la rutina; permaneces igual.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Sin coger siquiera un boli, viendo el tiempo pasar.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Te gusta escribir, ¡sí! Te gusta imaginar.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Te encanta dar forma a batallas y amistad.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Así que deja las tonterías: afronta la verdad.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Saca un hueco de donde sea, de aquí o de allá,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>y satisface tus ansias hablando del bien y del mal.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Álvaro, ¿a quién pretendes engañar?</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Necesitabas regresar.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-52533090554870556222012-06-15T19:38:00.000+02:002012-06-15T19:38:59.957+02:00Vacaciones Santillana<div style="text-align: justify;">
<i>"—Se nos olvida algo... Estoy segura —sentenció Dolores meneando la cabeza.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—No empecemos, Loli, ¡por favor te lo pido! —rogó su marido encorvado sobre el volante—. ¡Si ni siquiera hemos salido de la ciudad!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pero falta algo, ¡seguro! Y me desespera no saber el qué... Déjame repasarlo todo otra vez: persianas cerradas, luces apagadas,...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>La escena se repetía un verano más en el pequeño utilitario de los Santillana. Habían salido muy temprano, en un vano intento de evitar el colapso de la autopista. Pero Jacinto sabía que eso era imposible; que a esas horas todo el mundo trataba de salir en dirección a la costa. Como ellos. Cinco horas de asfixiante viaje en aquel diminuto coche lleno de maletas. Y de niños:</i></div>
<i></i>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<i></i>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Papá, tengo sed.</i></i></div>
<i>
</i>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pues bebe, hijo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pero es que está caliente.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pues es lo que hay.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pero yo no quiero agua caliente.</i></div>
<i></i>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Ni yo aguantarte todo el viaje, Lucas. Así que o lo bebes o te callas o paro el coche y te tiro de cabeza al río más cercano para que te hartes de agua fresca.</i></i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Jacinto oyó cómo Lucas, tras unos segundos de duda, abría la botella y le daba un buen trago. A su lado Dolores seguía repasando.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—..., puerta cerrada con llave, las tres maletas en el maletero,...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Loli, cariño, ¡relájate! Todo está en orden, ¡nos vamos de vacaciones!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¡Claro mamá! Ahora por lo menos nos reñirás estando en la playa —bromeó Lucía, la mayor.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Ya, ya... Espero que no me deis ningún susto en el agua, o que a Rosi no le dé por desaparecer bajo la arena, ¿eh, Rosi? —rió a su vez la madre preguntando a la más pequeña, pero al no recibir respuesta alguna se sobresaltó—. ¿Rosa? ¡Ay Jacinto, ya está, que nos hemos dejado a Rosa en casa!</i></div>
<i></i>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Chsst, ¡mamá! ¡No des voces! Se quedó dormida en cuanto arrancó el motor.</i></i></div>
<i>
</i>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>A Jacinto cada vez le temblaba más el pie sobre el pedal del embrague. Se suponía que era el día en el que empezaba la tranquilidad y decía adiós al estrés. Pero la playa estaba todavía demasiado lejos...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Papá...</i><br />
<i>—¿Qué, Lucas...?</i><br />
<i>—Tengo pis.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¡Será posible! ¡¿Y tú ahora por qué lloras, Loli?!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¡¡Porque no recuerdo qué he olvidado este año!! —estalló Dolores, enrabietada.</i></div>
<i></i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i></i></div>
<i>
</i>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>Las vacaciones de los Santillana empezaban por todo lo alto.".</i></i></div>
<i>
</i>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-large;"><b>···</b></span></i></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Un pequeño e inocente relato justo antes de irme de vacaciones. Quince días en los que espero leer bastante, escribir mucho y desconectar totalmente de la rutina diaria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y en verdad quiero aprovechar estas dos semanas para tener al fin el tiempo necesario para pensar y dar formar a varios proyectos que tengo pendientes. Entre ellos dar un verdadero arreón al mundo de <i>Cohntinua </i>(escribiendo el Segundo Capítulo y continuando con el diseño de personajes y criaturas), ideas para <i>este blog</i> (una rima, dos nuevos relatos, las aventuras de Dinoacetil CoA,...) y <i>otros proyectos</i> más ambiciosos que no tienen forma de blog.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero como siempre, del dicho al hecho hay mucho trecho, así que ya os contaré a mi vuelta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Portaos bien y disfrutad todo lo que podáis estos días.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hasta la próxima.</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-85997129718478871692012-05-21T22:46:00.000+02:002012-05-21T22:55:28.382+02:00Historias que contar<div style="text-align: justify;">
<i>"El inspector frunció el ceño mientras volvía a bajar la sábana, tapando con cuidado el rostro desfigurado del joven. La caída había sido breve, pero mortal de necesidad desde un séptimo piso. Y para Linares la cosa estaba clara: un pequeño salto y adiós a las deudas, el paro y la madre que los parió a todos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Se levantó y vio a su alrededor a los dos agentes que empezaban a inspeccionar el lugar antes de subir a la vivienda del ahora cadáver: Roberto Pedregal Cortés. Toledano, de 29 años. Casado y sin antecedentes. También observó resignado la multitud que se agolpaba ya en torno al cordón policial, murmurando y especulando a voces. Morboso y ávido de sangre, como siempre había sido el populacho en la humanidad. Destacaba sin embargo, entre tanto revuelo, un pequeño pero fuerte hombre de sombrero calado y hombros anchos. Llevaba en la boca un cigarro a medias y entre sus toscas manos una pequeña libreta donde anotaba sin parar con un lápiz.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fue esto último lo que más inquietó al inspector Linares, que dejó al muerto descansar en paz por un momento para dirigirse a él:</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Buenos días.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Buenos días, señor inspector —saludó el tipo mientras escribía—; una mañana movidita, ¿verdad?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, eso parece señor... —respondió inquisitivo, forzándole a mantener una conversación.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Miñambres. Ceferino Miñambres —se presentó al fin, mirando de arriba a abajo al agente para describirle con detalle en su cuaderno.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Se puede saber qué escribe usted con tanto interés, señor Miñambres? —El tono del inspector sonó autoritario, incluso irritado—. ¿Es usted escritor?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Escritor? ¡Oh, no! Yo no soy escritor... No invento las historias, ¿sabe? Sólo... escribo lo que veo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¡Ah! Entiendo... Es usted periodista —El policía no bajó la guardia; detestaba que los periodistas hurgaran en plena investigación.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—No, no... Los periodistas escriben los sucesos tal y como ocurren; como son. O al menos así debería de ser... —explicó el hombre sin dejar de anotar—. Hechos fríos; objetivos. Yo sin embargo intento contar toda una historia, sin inventarme nada, a partir de lo que observo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Y qué es lo que observa aquí, señor Miñambres? No sé por qué pierde el tiempo en un simple suicidio...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Ceferino Miñambres dejó por primera vez de balancear el lápiz sobre el papel y clavó su mirada sobre el inspector, perplejo. Molesto.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Un simple suicidio, dice usted? Yo no estaría tan seguro de ello, querido inspector. Ya desde aquí he podido percibir detalles que me hacen pensar inequívocamente en un homicidio.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Ah sí? ¿Y cuáles son? —preguntó Linares mesándose el bigote mientras decidía si deshacerse o no de aquel charlatán.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Bueno, en primer lugar destacaría el cepillo de dientes que se encuentra allí en el suelo, muy cerca de él, y que supongo agarraba cuando fue arrojado por la ventana —señaló con el lapicero—. Nadie se suicida mientras se lava los dientes...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—...Cosas más extrañas he visto...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—... o cuando acaba de tener una hija recién nacida, tal y como están contando los vecinos.</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Son evidencias endebles y demasiado forzadas, ¿no cree? —carcajeó el inspector triunfante.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—No, no lo creo. Sólo refuerzan la pista más clara: no hay ni una sola ventana abierta en todo el edificio.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Linares abrió la boca para decir algo, pero la cerró inmediatamente tras mirar hacia arriba. El tal Ceferino Miñambres tenía razón: todas las ventanas estaban cerradas. Incluso las del hogar del difunto. Y aunque en verdad había visto cosas extrañas en su trabajo ninguna como un suicida al que le diese tiempo a saltar y cerrar la ventana por la que acababa de salir.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sabe usted demasiado, señor</i> <i>Miñambres</i><i>... —respondió al fin reflexivo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—No crea, señor inspector —replicó con sonrisa pícara mientras retomaba sus notas—; sólo soy... observador. Un curioso en busca de historias que contar.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Tenga cuidado, no vaya a ser que un día las historias se terminen...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Ah, no. Para nada. Siempre hay historias que contar. Y todo el mundo, a fin de cuentas, se dedica a contarlas. Todos. Ya sea un científico, contando la historia de la realidad, o un político, contando la que le interesa. Pero todo el mundo cuenta historias...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Y yo? ¿Qué historia cuento yo, señor </i><i>Miñambres</i><i>? —preguntó Linares, muy lentamente y amenazador. Había decidido por fin echarle de allí con una patada en el trasero.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Usted? La mejor de todas, inspector. La historia del bien y del mal. La lucha entre la perseverancia del agente de la Ley y la habilidad del delincuente —sonrió a más no poder </i><i>Miñambres</i><i>, mostrando una perfecta dentadura cerrada en torno al ya consumido cigarro—. Mi favorita.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>La respuesta descolocó a Linares, que no supo qué decir durante unos segundos. Y ni siquiera pudo soltarlo cuando por fin se le ocurrió, ya que lo llamaban con premura sus agentes desde el portal de la casa.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Nada más que mirar aquí abajo, señor. ¿Subimos arriba? Quizás el suicida haya dejado una nota.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Pero Linares supo que no encontrarían ningún mensaje. Lo comprendió cuando se dio media vuelta y vio que el hombre había desaparecido sin dejar rastro. Y lo entendió al fin cuando, horas más tarde, le confirmasen que no existía ningún ciudadano llamado Ceferino</i> <i>Miñambres</i><i>.".</i></div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-26103516972973810612012-03-12T21:39:00.000+01:002012-03-12T21:48:17.070+01:00Sonidos de Cohntinua: Los Nuevos Moradores<div style="text-align: justify;">
Inauguro, por fin, el cajón de <i>"Melodías"</i> con algo procedente de otro de mis blogs: <a href="http://cohntinua.blogspot.com/"><b>Cohntinua</b></a>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace un tiempo, mientras escribía el primer capítulo de las peripecias de los Sóntur en Cohntinua, me propuse acompañar cada episodio con una "canción", una pista que evocase un poco lo que se acababa de leer. Melodías simples (quizás demasiado, debido a mi pequeña capacidad de composición) que conformasen, al final del viaje, una verdadera banda sonora de la historia y del blog.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es por tanto el momento de empezar ese viaje sonoro, con las melodías introductorias (identificadas más abajo) procedentes del primer capítulo: <i>"Los Nuevos Moradores"</i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que lo disfruten, que sean capaces de perdonar la mala calidad del sonido (y las posibles notas plagiadas, y la simpleza del todo...) y que con cada capítulo pueda traeros más:</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnlzNtl9ZykVJ14tZCXTINDEyoPbTwK-IsGsPKAIOTkBu5xLwbISXnXL9rms5bwJLpPtEIE-HBSalglOae2FcKROUcxVRWy2EGsurj6-VweNRuDQeH0VTDaFIzWmrsCHSFHlYxc4KhuKFw/s1600/S%25C3%25ADmbolo+II.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnlzNtl9ZykVJ14tZCXTINDEyoPbTwK-IsGsPKAIOTkBu5xLwbISXnXL9rms5bwJLpPtEIE-HBSalglOae2FcKROUcxVRWy2EGsurj6-VweNRuDQeH0VTDaFIzWmrsCHSFHlYxc4KhuKFw/s1600/S%25C3%25ADmbolo+II.png" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
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<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i>00:00 - 00:20 — Cohntinua</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>00:20 - 00:40 — Lar Sóntur</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>00:40 - 01:00 — Lar Yared</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>01:00 - 01:24 — Lar Zarog</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>01:24 - 01:48 — Lar Xanti</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>01:48 - 02:04 — Lar Nalûk</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>02:04 - 02:12 — Lar Sóntur (bis)</i><br />
<i>02:12 - 02:28 — Cohntinua (bis)</i><br />
<i><br /></i></div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-53378610029873585502012-03-01T09:20:00.001+01:002012-03-01T09:29:28.680+01:00Fin del trayecto<br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Se había fijado en él incluso antes de que se sentara a su lado. Su corriente aspecto y su serena actitud le habían llamado la atención desde el momento en que le vio subir al autobús. Carraspeó nerviosa y guardó el periódico del día, en el que volvían a hablar de aquellos extraños asesinatos; dos conductores del transporte urbano muertos en el último mes.</i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Menudo tráfico hay hoy, ¿eh? —dijo al fin, nerviosa, tras varios minutos—. Son todo frenazos y acelerones...</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, el típico viaje en autobús... Y tampoco la pericia del conductor ayuda mucho, la verdad —replicó el extraño muchacho con cierto desprecio, tras permanecer callado durante unos segundos sorprendido de que la chica le dirigiera la palabra—. Éste es además uno de los peores...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Jaja, ¿acaso conoces a todos los conductores de Granada?</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Podría ser. Si no a todos a la gran mayoría. Y pocos se salvan...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>La chica le vio hundirse en el abrigo, volviendo a sus propios pensamientos. Ella asintió con la cabeza, dando su aprobación.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Son horribles, sí... Desquician a cualquiera. Y no sólo ellos, sino el transporte urbano en general. El servicio de la Universidad es exasperante, entre retrasos y problemas varios... Pero veo que no somos los únicos que tenemos algo contra ellos... —afirmó la joven, señalando con el dedo el titular del periódico.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Su acompañante se giró hacia ella y la miró fijamente a los ojos, como si intentara ver en su interior.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Cómo te llamas? —le preguntó con curiosidad, sonriendo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Leticia, ¿tú?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Leticia... ¿Y a qué te dedicas?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Soy bióloga. Sí, aún existimos —bromeó al ver su cara de sorpresa—. Bióloga de bota, en concreto; y eso que dicen que la bata de laboratorio me sienta muy bien. ¿Pero qué hay de ti?</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Bueno... Antes era vigilante; nocturno. Mas eso se acabó hace algo más de un mes, cuando me despidieron al llegar tarde por enésima vez, debido al autobús... Ahora me dedico a... poner las cosas en su sitio.</i></i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Leticia no llegó a comprender del todo el sentido de sus palabras, pero le daba igual. Aquella eterna y misteriosa sonrisa le había conquistado por completo. Estaba absorta en él; tanto que ni se enteró del último y desproporcionado frenazo del vehículo, ni de la blasfemia lanzada por el muchacho.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Bueno, fin del trayecto. Aquí me bajo —le dijo en voz baja—. Ha sido un placer conocerte, Leti; espero que volvamos a vernos pronto.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El chico le sonrió por última vez y se levantó en dirección a la parte delantera. Sosegado, como siempre. Tranquilo incluso cuando sacó la pistola del interior de su chaqueta y apuntó al conductor, que acababa de abrir la puerta. Impertérrito al bajar las escaleras, acompañado por un pequeño reguero oscuro de sangre. Satisfecho, cruzando la calle.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Ajeno a la histeria desatada en el autobús. Como Leticia, que suspiraba mirando por la ventanilla.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Pues es bien mono...</i></div>
<i><br /></i><br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: x-large;">···</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
De nuevo un pequeño relato. Y de nuevo por un reto procedente de Twitter.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta vez por parte de <b><i>Leticia</i></b>, que tras un intercambio de opiniones sobre lo desesperante que puede llegar a ser el transporte urbano me propuso un relato (con cameo incluido) en el que un usuario desquiciado se dedicase a matar <i>"autobuseros"</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También por ello esta entrada va a dedicada a todos los que hemos sufrido alguna vez los retrasos, frenazos y agravios varios de este tipo de transporte (aunque también considero que es un trabajo en el que se puede perder la paciencia fácilmente).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hasta la próxima.</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-8920215541597278862012-02-12T19:19:00.000+01:002012-02-12T19:31:27.440+01:00Paseando a Miss DaisyEl 5 de Enero de este apocalíptico año 2012 tenía lugar la siguiente "conversación" en Twitter:<br />
<br />
<br />
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" data-in-reply-to="154899467705925633" lang="es"><p>
<a href="https://twitter.com/AlvFdezFdez">@AlvFdezFdez</a> Tienes que escribir sobre eso, y lo sabes :P<br />
— Bea Lara (@LilMuse92) <a data-datetime="2012-01-05T12:21:28+00:00" href="https://twitter.com/LilMuse92/status/154900319728447490">enero 5, 2012</a></blockquote>
<script charset="utf-8" src="//platform.twitter.com/widgets.js">
</script>
<br />
<br />
¡Vamos con ello!<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 250%;">···</span></b></div>
<br />
<i><br /></i>
<div style="text-align: justify;">
<i>"—¿Por qué me tiene que estar pasando esto a mí? —se preguntaba en voz baja, apretando los dientes—. ¿Por qué hoy?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Carolina destacaba por la calle. Todo el mundo la seguía con la mirada o se detenía en seco abriendo bien los ojos. Y eso era justo lo que ella pretendía cuando salió de casa aquella mañana; que la gente la contemplase boquiabierta. Pero, desgraciadamente para ella, no lo hacían por su dorada melena ni su maquillaje perfecto. Ni siquiera por el costoso vestido que había comprado para la boda de su hermano Roberto. Todos la miraban; a ella... y a su acompañante.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Bonito cerdo, señorita —le dijo un agradable anciano al detenerse en un semáforo, sin ningún tipo de maldad.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—No es cerdo, es cerda —respondió molesta, harta de ser el centro de atención—. Y de bonito no tiene nada...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El señor se disculpó y se alejó al encenderse la luz verde, lamentando haber abierto la boca. Carolina miró al suelo y vio al animal levantar la cabeza hacia ella, antes de lanzar una nueva serie de pequeños gruñidos. Los mismos que había soltado una hora antes, cuando la vio por primera vez en el portal de su otro hermano, Luis.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i>
"Es una sorpresa"<i>, le había dicho. </i>"Para Roberto. Se va a descojonar de risa. ¿No es preciosa? Se llama Daisy, como la pata. Sí mujer, la de dibujos animados. La novia de Lucas. ¿O era Donald? Da igual. ¿No es preciosa?"<i> Había repetido de nuevo, levantándole la cerda hasta los ojos para que viera sus bonitas manchas negras. </i>"Pero tienes que hacerme el favor de llevarla tú hasta el banquete. Si, lo sé, lo sé. ¡No te pongas así! Eres la única que va directamente al restaurante, sin pasar por la iglesia. Y ninguno de nosotros puede llevarla allí; tiene que verla en el banquete. ¡Gracias, pequeña!"<i>.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Y allí estaba ella. En medio de la ciudad, </i>"paseando a Miss Daisy"<i>, como la película. Maldiciendo su suerte. Maldiciendo a la cerda, a su hermano Luis y, ¿por qué no?, a su hermano Roberto, por celebrar su boda con aquella víbora un 5 de Enero, cuando todo el mundo estaba en la calle haciendo las últimas compras de Reyes. Gente que no cesaba de mirarla, como aquel joven con auriculares en las orejas y móvil en la mano que pasó al lado suyo estupefacto, con cara de querer escribir algo sobre lo que estaba viendo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Bueno, Daisy... Lo has conseguido: ya me has quitado el protagonismo. Sólo espero que no me quites también a mi novio...</i></div>
<i></i>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>Y la cerda gruñó una vez más, como si respondiera. Ufana. Indicándole que se anduviese con ojo; que no hay mayor belleza que la natural..."</i></i></div>
<i>
</i><br />
<i><br /></i>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-5339406202597815862012-02-08T16:11:00.000+01:002012-02-08T16:11:35.032+01:00Sobre el (no) Nobel de Tolkien<div style="text-align: justify;">
Antes de empezar tengo que aclarar que este artículo, al ser de opinión, no será del todo objetivo. Y no importa. Porque para eso es "de opinión", y porque me basaré en mi propio punto de vista para abrir el debate.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Empecemos lanzando la pregunta. Sin más:</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<i>¿Por qué J. R. R. Tolkien no ganó nunca el Premio Nobel de Literatura?</i></blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Efectivamente, vamos a hablar del maestro John Ronald Reuel, creador de <i>"El Señor de los Anillos"</i> y de todo el universo que hay detrás de esta obra (por si me está leyendo algún marciano que no lo sepa).</div>
<div style="text-align: justify;">
Es ésta una cuestión que me he preguntado durante mucho tiempo, casi desde que lo leí por primera vez hace ya más de 10 años, cuando cada tomo costaba ¡1400 pesetas!. Y me la vuelvo a plantear ahora una vez más, coincidiendo con la <a href="http://www.guardian.co.uk/books/2012/jan/05/jrr-tolkien-nobel-prize"><b>noticia publicada en The Guardian</b></a> en la que se filtra que <b>la candidatura de Tolkien</b> (presentada por C. S. Lewis, creador de <i>"Las Crónicas de Narnia"</i> y gran amigo suyo) <b>fue rechazada en 1961 por "prosa pobre"</b>. Tal cual. Sin decir una palabra más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pese a que no quiero centrar la entrada en la argumentación del jurado (la cuál sí me parece pobre...) creo que me da la excusa perfecta para sentarme de una vez a pensar el tema con calma y colocar en su sitio mis ideas. Y de paso explicaros por qué <b>SÍ</b> creo que Tolkien merecía ese Nobel.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://farm4.staticflickr.com/3139/2739646598_b7fccf1036_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="http://farm4.staticflickr.com/3139/2739646598_b7fccf1036_o.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>¡Va por ti, maestro!</i> (bonita pintura de <a href="http://www.flickr.com/photos/bluinfaccia/"><i><b>bluinfaccia</b></i></a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Bajo mi punto de vista, un galardón de la importancia del Premio Nobel debería ser otorgado a personas cuyo trabajo sea destacable y que hayan marcado un antes y después en el campo a considerar. Es decir: <u>obras de calidad, relevancia e incluso repercusión</u>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿La obra de Tolkien reúne estas cualidades? Pasemos a analizarlo brevemente...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 200%;">Calidad:</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"Prosa pobre"</i>, dicen...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A Tolkien siempre se le ha criticado desde el punto de vista literario. Y no sin razón, por supuesto, aunque muchas veces esas críticas se cimientan en la envidia o la curiosa tendencia de censurar lo que gusta o está de moda. Pero lo que nunca se podrá decir es que la literatura de Tolkien es <i>"pobre"</i>. De hecho, la crítica más extendida (y que comparto) es su <b>excesivo detallismo en las descripciones</b>. El ocupar líneas y líneas dibujándonos hasta el más mínimo musgo que crece sobre el tronco caído de un viejo roble en lo profundo de un oscuro bosque septentrional (imaginad frases así a lo largo de 1-2 páginas enteras).</div>
<div style="text-align: justify;">
Tengamos sentido común: ¿escribes <i>"prosa pobre"</i> cuando, precisamente, te critican por pasarte de largo? Incluso iré más allá: ¿en verdad tu obra es <i>"pobre"</i> cuando has creado uno de los mayores universos literarios? ¿Cuando has inventado razas, lenguas y toda una cronología histórica?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Acaso mis emociones son <i>"pobres"</i> si reconozco cuánto me emocioné al leer la carga de los Rohirrim o la subida al Monte del Destino? No sé muy bien cómo se puede valorar la calidad literaria de una obra, pero no creo que la mala literatura pueda hacerte vivir o sentir tantas emociones como consiguió conmigo (y con muchísima gente) este escritor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 200%;">Relevancia:</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Enlazando con lo que decía anteriormente, las obras merecedoras de un Premio Nobel de Literatura deberían suponer un punto de inflexión que hiciese cambiar, en mayor o menor medida, la manera de percibir o de crear nuevos textos. Es decir, influir en la Literatura posterior a su publicación. Y aquí sí que no cabe discusión alguna en que la obra de J. R. R. Tolkien es de las más relevantes de la Literatura moderna.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para darnos cuenta de ello sólo tenemos que pensar en la fantasía que se escribía antes de que apareciesen sus historias, la cuál era prácticamente inexistente. Existía mucha mitología, cierto. E historias épicas, como la saga artúrica o los cuentos relacionados con el anillo del Nibelungo. Pero no existía nada como lo de Tolkien. Nada tan sólido, extenso y heroico. Él lo empezó todo; con él nació la <i><b>"fantasía épica"</b></i> (o <i>"alta fantasía"</i>).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y ya no es sólo que su obra sea importante en sí misma, sino que <b>gracias a ella aparecieron otras muchas de gran relevancia en las generaciones siguientes</b>. Admitámoslo: sin Tolkien nunca se acercaría el invierno de <i>"Juego de Tronos"</i>. Nadie pasaría horas jugando a <i>"Warhammer"</i> o <i>"World of Warcraft"</i>. Incluso muchas películas indispensables hoy en día jamás habrían existido, siendo el caso más curioso <i>"Star Wars"</i> (algún día os contaré la poco conocida historia entre George Lucas y <i>"El Señor de los Anillos"</i>).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es ahí donde radica la gran importancia de sus escritos. Y donde Tolkien se vuelve realmente fundamental dentro del mundo de las letras y del arte en general.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 200%;">Repercusión:</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No confundir con el anterior punto. Antes intentaba analizar el efecto que ha producido J. R. R. Tolkien en creaciones posteriores, pero ahora me gustaría resaltar su impacto en la sociedad, en los lectores. Su <i>"fama"</i>, por decirlo de alguna forma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por supuesto que éste es un punto menor en el debate, y por ello lo menciono en último lugar. De ser realmente importante el número de fans de un libro no os quepa la menor duda de que las responsables de cicatrizadas aventuras mágicas o triángulos amorosos con colmillos de por medio (de distinto tipo) tendrían ya su galardón, más o menos merecido. Pero ello no impide que se destaquen los números: <b>más de 150 millones de libros vendidos de la trilogía</b>, a lo que habría que añadir los datos del resto de relatos. Una barbaridad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero ¡ojo!, porque esto no ha de ser necesariamente bueno al 100%. De hecho, estoy seguro de que <b>Tolkien no está tan bien valorado como debiera debido precisamente a este aspecto</b>; a que su obra se ha convertido en un verdadero referente (¡y en ocasiones religión!) para mucha gente. En que da la sensación de que sólo gusta a "freaks" y no a lectores elitistas de novelas indigestas y letras presuntuosas. Esta idea, sumada a la temática fantástica (siempre marginada y poco valorada, tanto en la literatura como en el cine) puede que motive la ¿argumentación? de la Academia Sueca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y como veo que me estoy extendiendo demasiado, y que la subjetividad empieza a pesar más que la razón, lo voy a dejar aquí. ¿Qué opináis vosotros? ¿Existe, tal y como pienso yo, calidad y relevancia suficiente para ser merecedor del premio? ¿O por el contrario Tolkien es un escritor sobrevalorado cuya obra flaquea frente a otros grandes de las letras?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encantará saber vuestra opinión, mientras asimilo por fin que Tolkien nunca recibirá un Premio Nobel (nunca se da a título póstumo, salvo por causa justificada). Pero tranquilos, es algo que no me quitará el sueño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Hasta la próxima!</div>
<br />Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-27955319616996344042012-01-13T19:14:00.001+01:002012-01-13T19:23:01.154+01:00Última<br />
<div style="text-align: justify;">
<i>"Se asomó desde su escondite, con precaución; poniendo toda la atención posible a sus sentidos y procesando cuanta información le llegaba. Era un acto rutinario, instintivo; como todo su comportamiento. Cuando interpretó que no había ningún peligro cercano salió por fin al exterior.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>Subió rápidamente por un montículo de arena hasta llegar a lo más alto, donde pudo al fin notar la presencia del Sol. Eran pocos los rayos que conseguían colarse entre aquella capa eterna de partículas en suspensión, pero a ella no le importaba. Siempre se había sentido más cómoda moviéndose entre la oscuridad. Y más aún para buscar comida, ahora que escaseaba.</i></i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<i>
<div style="text-align: justify;">
<i>Ya no se acordaba de cómo era el mundo de antes. Incluso se había olvidado de aquella terrible sacudida que hizo crujir la tierra y arder el aire, arrasando todo y a todos a su paso. Ella sólo era capaz de vivir el día a día, que ya era bastante teniendo en cuenta lo difícil que era sobrevivir.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Sobrevivir... Se detuvo de nuevo y volvió a asegurarse de que todo iba a bien. Que estaba a salvo. Y comprobó que a su alrededor todo seguía igual. Que no había nadie...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Nada...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Entró en el bajo de uno de los pocos edificios que seguían en pie. Un local que en su día se llenaba de café y pastas. De partidas de cartas, conversaciones agradables y risas sinceras. Pero nada de eso quedaba ya; todo se había ido. Y todo le era ahora ajeno a ella, salvo la necesidad de comer. Dejó atrás mesas polvorientas y cristales rotos hasta llegar a la parte trasera del establecimiento, donde hacía un tiempo había encontrado alimento en abundancia y a donde había regresado cada día.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Y allí comió y comió hasta que se sació. Quién sabe si por última vez, pero siempre en soledad. Sin saber nada de lo que había ocurrido aquel día. Sin saber que el azar había convertido una de las leyendas urbanas más comentadas en realidad. Sin saber, esa pequeña cucaracha, que probablemente era la última criatura animal viva sobre el planeta...".</i></div>
</i><br />
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: x-large;"><i>···</i></span></b></div>
<i><br /></i><br />
<div style="text-align: justify;">
¡Qué mejor forma de inaugurar el año 2012, tan famoso por lo del calendario maya, que con un relato post-apocalíptico!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Feliz año nuevo a todo el mundo, y que las palabras nos sigan acompañando...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-20040780660927775582011-12-28T21:03:00.000+01:002011-12-28T21:03:15.901+01:00Una conversación navideña<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"—Maldita Navidad...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El anciano miraba a su alrededor, sentado como cada día en aquel apartado banco del parque. Llevaba allí ya un buen rato, sin hacer nada. Sólo pensar y lamentar. Y maldecir. Inmóvil bajo el tímido sol invernal que intentaba calentar, con sus tibios rayos, una mañana más de Diciembre.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Era aquél un sitio tranquilo que le gustaba frecuentar, para abstraerse del mundo y remover agradables recuerdos. Pero en esos días era imposible aislarse de nada. Las fiestas lo inundaban todo, incluso el descuidado parque. Gente agobiada envuelta en paquetes de regalo, niños lanzándose bolas de nieve sin cuartel,... La tranquilidad se había esfumado. Habían invadido su espacio.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, maldita sea... —gruñó, hundiendo la cara entre las manos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Levantó la cabeza y vio a un niño de no más de 8 años, flaco, del que apenas sólo podía ver los ojos por el gorro y la bufanda que le abrigaban. Unos ojos que le miraban fijamente</i><i> mientras se quitaba del hombro los restos de nieve de un bolazo acertado.</i><br />
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Se encuentra usted bien?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, claro... ¿Cómo no? —levantó la voz, airado—. Si es Navidad...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—¿Verdad que sí? —exclamó entusiasmado el pequeño, sin percatarse del tono irónico del anciano y sentándose a su lado—. Me encanta la Navidad. Todo es felicidad. Todo es bonito. La nieve, la sonrisa de la gente,... </i></div>
<i>—¡Alto, alto! Detente ahí. Te equivocas. Mira... —comenzó a exponer el viejo, dudando seriamente si continuar o no—. Sé que eres un crío, y que verás todo esto de otra forma; pero déjame decirte algo: la Navidad es una mentira. Lo siento, pero es así. No es más que una fachada, un auto-engaño para hacernos creer a nosotros mismos que somos felices cuando en realidad no es así. No existe tal felicidad. Todos viven amargados por las prisas y el trabajo. Y nada cambiará cuando acaben las fiestas. Otra vez a sudar sangre para ganar (quien puede) un dinero que acabará gastando, paradójicamente, en las próximas Navidades.</i>
<i></i>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—Pero... pero ¿y las familias? —replicó el niño, extrañado ante lo que acababa de escuchar.</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—¡Otra mentira más! No todas están unidas, y muy pocas son las que siguen estando completas. Por no hablar de los hijos o los nietos que sólo se acuerdan de ti cuando les interesa. O mejor dicho cuando les interesa a su bolsillo, claro... No, pequeño. Las familias están sobrevaloradas... Pero bueno, olvídalo. Todo esto te queda muy grande. ¡Qué sabrás tú...!</i></i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Se volvió hacia el pequeño, dándose cuenta de que aquella mirada fija y desconcertada había estado clavada en él en todo momento, mientras le escuchaba en silencio. Y había algo en ella que le decía al viejo que se estaba equivocando. Que, por algún motivo, el niño sabía que no tenía razón. Más aún: que le compadecía por ello.</i><br />
<i><i>
<br />—¡Jesús, nos vamos! —gritó una señora a lo lejos, mientras reunía a todos los críos que minutos antes batallaban hielo en mano.</i></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Debo irme, tenemos que regresar... —se excusó el chico.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, claro... Vuelve a tu mundo de felicidad. Ojalá nunca escapes de él... —murmuró el viejo, cruzando los brazos y recostándose en el banco.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><i>—¿Sabe? Mis compañeros y yo cantamos esta noche, en un coro. Si le apetece venir... —dijo en voz baja Jesús, entregándole un papel—. Feliz Navidad, señor.</i></i></div>
<i>
</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Y se levantó, dirigiéndose al grupo que empezaba a salir ya del parque. El anciano cogió la hoja con desdén y no con poco esfuerzo leyó el anuncio escrito con letra pequeña: </i></div>
<i>
</i><i><br /></i>
<br />
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><b>Actuación coral de los niños del Orfanato de la Calle Mayor</b></span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><b>Miércoles 28 de Diciembre </b></span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><b>22:00 </b></span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><b>Plaza de la Reina</b></span></i></blockquote>
<i><br /></i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Eso era; ahora entendía aquellos ojos. Sintió cómo algo le ahogaba por dentro, anudándole el corazón, el estómago y cada una de las palabras que le había dicho al niño hacía unos momentos. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i> Levantó la cabeza y le vio alejarse, corriendo tras sus compañeros.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Feliz Navidad, pequeño...".</i><br />
<i><br /></i><br />
<div style="text-align: center;">
<i><b><span style="font-size: x-large;">···</span></b></i></div>
<br />
<br />
<span style="line-height: 20px;">No a todo el mundo le gusta la Navidad, ni tiene motivos para celebrarlas. Pero eso no impide que os envíe mis mejores deseos.<br /><br />Gracias por seguir entrando. ¡<u>Felices días</u>!</span><br />
<span style="line-height: 20px;"><br /></span></div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-62412858072490373342011-12-23T19:54:00.001+01:002011-12-23T19:54:40.787+01:00¡Al rico "twitterlato"!<div style="text-align: justify;">
Me encanta escribir micro-relatos (o<b> <i><span style="color: #222222; font-family: inherit;"><span style="line-height: 16px;">µ-</span></span>relatos</i></b>, como suelo poner). Intentar capturar en el mínimo espacio posible toda una historia con su argumento y sus personajes. Y con ese sabor final de querer saber más.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero este "reto literario" se transforma en una verdadera odisea cuando además quieres limitar el número de caracteres (o palabras) a emplear. Justo lo que pasa cuando estás usando <a href="https://twitter.com/"><b>Twitter</b></a>, la famosa red social en la que sólo puedes escribir mensajes cortos de 140 caracteres. Es decir: hay que ir al grano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Eso es lo que intento de vez en cuando en mi propia cuenta de Twitter (<a href="https://twitter.com/#!/AlvFdezFdez"><b><i>@AlvFdezFdez</i></b></a>, por si le interesa a alguien seguirme), donde abundan diariamente las locuras y los sinsentidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Quería compartir con vosotros todos estos relatos, pero desgraciadamente no he podido recuperar de la red los más antiguos. Sin embargo, creo recordar casi con certeza que alguno de ellos era tal que así:</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<i>"El disparo le sobresaltó, pese a que estaba planeado. Vio al General desplomarse y supo que todo había terminado. Y comenzado...".</i></blockquote>
<i><br /></i><br />
<blockquote class="tr_bq">
<i>"Escribió las últimas líneas del libro de su vida. Las que describirían lo que iba a suceder. Cerró el cuaderno y se puso la soga al cuello".</i></blockquote>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Dejando a un lado estos primeros intentos he conseguido recuperar de la web los más recientes, confeccionando una primera recopilación de <i><b>"twitterlatos"</b> (</i>nombre con el que he bautizado a estos engendros y que hizo pensar en helados a cierta amiga <i>twitteril</i> , de ahí el título de esta entrada). Aunque fueron escritos hace sólo dos semanas se puede observar, por ejemplo, una ligera evolución del término acuñado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que los disfruten:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>"El mar: principio y final"</b></div>
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
"Era la 1ª vez que lo veía. La 1ª vez que oía su murmullo o saboreaba su olor. Pero le bastó para saber que quería ser enterrado en el mar".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-13T23:02:09+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/146726631002738690">diciembre 13, 2011</a></blockquote>
<script charset="utf-8" src="//platform.twitter.com/widgets.js">
</script>
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
"Recordó el día que conoció el mar. Cuando decidió que se enterraría allí. ¿Para qué esperar? Se acercó al acantilado y dio un paso de más".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-13T23:10:04+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/146728624203112448">diciembre 13, 2011</a></blockquote>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>"Plantón"</b>
<br />
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
Tweet-relato: "Miró el reloj nervioso, con la última calada. Las 14:02. <<Qué desfachatez —pensó—, llegar tarde a tu propio secuestro...>>".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-14T21:51:30+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/147071240044167168">diciembre 14, 2011</a></blockquote>
<script charset="utf-8" src="//platform.twitter.com/widgets.js">
</script>
<br />
<br />
<b>"Un whisky en tres partes"</b>
<br />
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
Twitterlato (a): "Se conocieron en la barra de un bar, anónimos entre tantos alcohólicos. Una sonrisa rompió el hielo; el whisky lo fundió".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-19T22:59:28+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/148900284607905794">diciembre 19, 2011</a></blockquote>
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
Twitterlato (b): "A ella le habían rescindido la enésima beca de mierda una hora antes. Él se acababa de ganar una "ex" ligera de cascos".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-19T22:59:42+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/148900342598340608">diciembre 19, 2011</a></blockquote>
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
Twitterlato (c): "La última sonrisa les conveció y apuraron el trago final. Aquel whisky sería lo primero que compartiesen en su vida.".<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-19T22:59:55+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/148900397950582784">diciembre 19, 2011</a></blockquote>
<script charset="utf-8" src="//platform.twitter.com/widgets.js">
</script>
<br />
<br />
<b>"Diógenes"</b>
<br />
<blockquote class="twitter-tweet tw-align-center" lang="es"><p>
Twitterlato: "Miró estupefacto el décimo que tenía en la mano. ¡58.268! ¡El Gordo! ... Ya era hora de tirar las papeletas de otros años..."<br />
— Álvaro F. Fernández (@AlvFdezFdez) <a data-datetime="2011-12-22T11:46:34+00:00" href="https://twitter.com/AlvFdezFdez/status/149818105881829378">diciembre 22, 2011</a></blockquote>
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</script>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y aquí se termina por hoy. Espero que os hayan gustado, aunque tampoco me importaría que dijeseis que son horrorosos si eso os anima a escribir para intentar hacerlo mejor, compartiendo después vuestra obra con todo lo demás. Sea como sea, y como siempre: gracias por leer.<br />
<br />
Hasta la próxima (quién sabe si con más twitterlatos...).</div>
</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-73178852569980251752011-11-30T15:57:00.000+01:002011-11-30T15:57:44.051+01:00Borrón y estampa nueva (II) : Baaaalleno<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWblq-3ZLytLyx2nzMEyxLonjhHfAbapdnAruyy665GSou4RLXqJ6V4Dt4LQG__iwCvSnoNJBo30Znh0Z0Uv9UwzNOBstDOxJJGy69O7vFtW1SmW2n4wFj5nM9hYqKvmVe54XLRqn1iWaB/s1600/Baaaalleno+para+el+blog.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWblq-3ZLytLyx2nzMEyxLonjhHfAbapdnAruyy665GSou4RLXqJ6V4Dt4LQG__iwCvSnoNJBo30Znh0Z0Uv9UwzNOBstDOxJJGy69O7vFtW1SmW2n4wFj5nM9hYqKvmVe54XLRqn1iWaB/s400/Baaaalleno+para+el+blog.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>Patalea cansado, intentando mantenerse a flote mientras aparta de su camino una palabra demasiado larga y técnica como para entenderla. El Dinoacetil CoA prosigue su extraño viaje, dubitativo; sin encontrar razón alguna que explique su presencia allí. En aquel sitio tan lleno de letras y tan vacío de todo lo demás. Nadando en nada.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>Oye un ruido y se detiene, sujetándose a una esdrújula cercana. Es como un rumor lejano y lastimoso. Sí, alguien se acerca. Y la bestia sonríe, esperanzado de poder dar respuesta a sus preguntas.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>El sonido es cada vez más nítido, y con esfuerzo logra escuchar parte de lo que dice:</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—Vaaaa...</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br />"¿Qué?".</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i> </i><i>—Vaaaa...</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>"¿Cómo que "vaaaa"? ¿Qué puñetas significa eso?".</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—¡Vaaaamos que nos vaaaamos! —resuena de repente, a la vez que un enorme ser emerge de las profundidades para proseguir su camino a gran velocidad. El Dinoacetil CoA, superando el susto inicial, le persigue como puede. Quizás sea su única esperanza.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—Disculpe, ¡disculpe! ¿Podría decirme dónde estoy?</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—Estáaaas en el espaaaacio que ocuuuupas, ni máaaas ni meeeenos.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—Eso ya lo sé, pero... ¿Qué lugar es éste?</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—¿Y quéeee impoooorta eeeeso, si de toooodas foooormas estáaaas aquíiii?</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>Se detiene, incrédulo, viendo cómo se aleja la criatura.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—¿Y tú a dónde vas? —le grita finalmente.<br />—Eeeeso tampooooco impoooorta, amiiiigo. La viiiida no se detieeeene, y hay que seguiiir adelaaaante en toooodo momeeeento. <b>Baaaalleno</b> sieeeempre se mueeeeve...</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>El Dinoacetil CoA queda inmóvil, completamente estupefacto. Nada tiene sentido, ni parece que lo vaya a tener nunca. Su mirada acompaña a Baaaalleno, hasta que ve desaparecer su cola tras unos esquemas. Y entonces, misteriosamente, sonríe.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>—Tiene razón: hay que moverse. En marcha.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">···</span></b></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Al final acabará saliendo una historia y todo de estos tachones... Lástima que no recuerde qué había escrito bajo el cuerpo de Baaaalleno...</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Hasta la próxima.</div>
<br />Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-16806249330993260772011-11-16T21:37:00.001+01:002013-02-07T11:12:10.736+01:00Retos a la carta: Es tontería...<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;">"Sí, está torcida"</span>.</span><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="apple-style-span"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>Suspiró y volvió a acercarse a la pared tras
haberse alejado unos pasos para contemplar su obra. Recogió del suelo el
escueto libro de instrucciones y lo hojeó por enésima vez, sin esperanza.<o:p></o:p></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>“Maldita sea, ¿por qué tengo que hacerlo yo?”.<o:p></o:p></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>Él, incapaz de hacer un puzzle, de montar los
juguetes de los huevos Kinder sin ayuda, de entablar una duración sentimental
estable.... De recuperar a Nerea... De nada… Cerró los ojos, sintiendo cómo todo se
venía abajo a la vez; su vida y el mueble.<o:p></o:p></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>“Al diablo con ella… Sólo es una estantería”.</i></span></span></span><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i><br /></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b>···</b></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;">Este texto tan raro tiene su explicación. Es, en realidad, un reto que me ha puesto hoy mi estimado </span><b style="line-height: 20px;"><i>Jorge</i></b><span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;">: escribir un </span><u style="line-height: 20px;">micro-relato</u><span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"> sobre una </span><u style="line-height: 20px;">estantería</u><span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"> en menos de </span><u style="line-height: 20px;">100 palabras</u><span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;">. Casi nada (sobre todo por la extensión). </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span class="Apple-style-span"></span><br />
<div style="font-family: inherit; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span">Es, efectivamente, una tontería (<i>"es tontería"</i> / <i>"estantería"</i>... déjalo, Álvaro. El título es horrendo y punto). Pero quería intentarlo, y ahí queda guardado en el cajón.</span></div>
<span class="Apple-style-span">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 20px;"><br /></span></span></div>
<span class="Apple-style-span">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
Hasta la próxima.</div>
</span></span>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-21534441727335196532011-11-09T18:15:00.000+01:002011-11-13T18:39:31.662+01:00El viento de la verdad<div style="text-align: center;">
<i><br /></i>
<i>Acepta la gran verdad.</i><br />
<i><br /></i><br />
<div>
<i>Detente por un segundo</i></div>
<div>
<i>e intenta reflexionar</i></div>
<div>
<i>en lo breve que es la vida;</i><br />
<i>lo poco que durará.</i></div>
<div>
<i>El no poder deleitarnos</i><br />
<i>con su alegría y complejidad</i><br />
<i>por vivir hipnotizados</i><br />
<i>en las prisas de la realidad.</i><br />
<i><br /></i></div>
<div>
<i>Y que cuando todo acaba</i><br />
<i>nos desvanecemos sin más,</i><br />
<i>como átomos inertes</i></div>
<div>
<i>que vienen y van</i></div>
<div>
<i>llevados por el viento</i></div>
<div>
<i>de la muerte y la soledad.</i><br />
<i><br /></i></div>
<div>
<i>Un viento implacable</i></div>
<div>
<i>que recuerda sin piedad</i></div>
<div>
<i>que todo ha terminado</i></div>
<div>
<i>y no seremos más. </i><br />
<i><br /></i></div>
<div>
<i>Jamás.</i><br />
<i><br /></i></div>
<div>
<i>Sólo un simple recuerdo</i></div>
<div>
<i>que el tiempo borrará.</i><br />
<i><br /></i></div>
<div>
<i>Acepta la verdad:</i></div>
<div>
<i>el viento nos llevará...</i><br />
<i><br /></i></div>
</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-69393328927945329312011-11-06T23:39:00.002+01:002011-11-06T23:50:26.822+01:00Borrón y estampa nueva: Dinoacetil CoA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPtu92kuweQ-_W1dl98tnhoOkYaTAKmSX67iAKQu-KoyQJDyoe7XJLgQ1J3Dlc_sVkt-VUFQ46QpRUIltaUuFouyiyl26b4OpPfY9Byo7PqtIvrn-uI3c_QeKRcjtMPZxqIAPyS0gMHyab/s1600/Dinoacetil+CoA.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPtu92kuweQ-_W1dl98tnhoOkYaTAKmSX67iAKQu-KoyQJDyoe7XJLgQ1J3Dlc_sVkt-VUFQ46QpRUIltaUuFouyiyl26b4OpPfY9Byo7PqtIvrn-uI3c_QeKRcjtMPZxqIAPyS0gMHyab/s400/Dinoacetil+CoA.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i>"¡RRRRRRRRROOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAARRRRRRR!"</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>El interior de la célula se estremece y las pequeñas moléculas corren a refugiarse detrás del núcleo. Ruge a lo lejos el gran <b>Dinoacetil CoA</b> (leído "Dinoacetil Coenzima A"), terror del metabolismo y de los pobres estudiantes que tienen que memorizarlo. Pero... ¿dónde está? ¿Por qué no aparece?</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>La criatura vuelve a bramar, esta vez con más desesperación. Nada a su alrededor le es familiar. Sólo ve un enorme espacio en blanco lleno de trazos de tinta que, desde lejos, bien se podrían interpretar como letras. ¿Pero qué hace ahí?</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>Avanza y avanza, asomando su pescuezo entre tambaleantes palabras y apresurados dibujos. Nadando por esta sopa de letras que conforma los apuntes de un distraído estudiante cuya mente vuela ya lejos de la voz del profesor. Imaginando cosas que no son; dibujando seres de extraña naturaleza a partir de sus propios tachones.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i>Dando vida, de esta forma, al otrora temido Dinoacetil CoA..."</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">···</span></b></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Y así, con este dibujo que llegué a colgar en su día por ahí, se inaugura tanto la sección de <i>"Bocetos"</i> como la colección <i><b>"Borrón y estampa nueva"</b></i>, formada ésta por dibujos hechos en los apuntes a partir de tachones previos. Vamos, lo que viene siendo <i>"alegrar el aprendizaje"</i>.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Así pues, de la misma forma que alegraron mis largas tardes de estudio que alegren ahora vuestras ocasionales visitas al blog.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Hasta la próxima.</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-76715425529712403702011-10-24T21:14:00.002+02:002011-10-24T21:15:13.719+02:00Donde acaban los sueños...<i>—¡Tres salen, dos entran! ¡Tres salen, dos entran!</i><br />
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>"Siempre igual", pensó. Ignoró los gritos y se dirigió al pequeño cuartucho acristalado del lateral de la estancia. Allí estaba Mayte, su ayudante; enfrascada en sus crucigramas.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sabía que habías llegado, sin mirar. El pobre Germán puede ser útil y todo...</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Sí, es automático. Abres la puerta y ¡pum! Te conviertes en molécula que atraviesa una bomba sodio/potasio... ¿Cómo está el resto? ¿Sonia?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—Mejor. Ya no intenta diseccionar a sus compañeros... Y Elena bien, sin novedad.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Se giró y miró a la joven que escribía incesantemente en la pizarra. "ATCG". Las letras de la vida. Una y otra vez, sin parar desde hacía meses.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fue entonces cuando vio el papel que yacía sobre la mesa.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—De Marcos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>—“Iglesia Catiónica, Apoptótica y Clonada”… Pobres muchachos; ser becario es muy duro… Trae la medicación, es hora del tratamiento.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b><i>···</i></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunos ya conocéis este relato, pero considero apropiado que esté también aquí publicado. Se trata de un texto que escribí hace poco para el <i style="font-weight: bold;"><a href="http://feelsynapsis.com/pg/groups/70383/certamen-de-microrrelatos-cientficos-feelsynapsis-53/">Certamen de Microrrelatos Científicos Feelsynapsis 5'-3'</a> </i>de <a href="http://feelsynapsis.com/">Feelsynapsis</a>, aunque finalmente decidí no participar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y pensar en todo lo que ocupaba la primera versión, cuando el único límite impuesto por las bases era el no superar las 160 palabras...</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-10782263940587994812011-10-21T23:00:00.000+02:002011-10-30T18:44:05.762+01:00Sobre mi amiga la gripe<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Ay, la amistad... Tan valorada por
algunos y tan menospreciada por otros. Hay gente que incluso se jacta de no
tener amigos... pero mienten. Todos tenemos amigos, en mayor o menor medida.
Muchos los quieren sólo para tomarse unas copas; otros para derrumbarse en su
hombro y alguno incluso para sentirse durante unos momentos superior a otra
persona. Mas haberlos, haylos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Pero hoy no quería hablar de eso, de
la típica "<i>clasificación de amigos</i>". Quería presentaros a mi nueva
amiga: <b>¡la gripe!</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Sí, lo sé. Diréis que no me
conviene, que no es de fiar; pero creerme que son todo habladurías. Yo mismo
renegaba de ella hasta que me puse a pensar y vi que su amistad, en realidad,
no me daba más que ventajas...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Por un lado <b>ya no tienes que buscar
excusas para vaguear y pasarte el día tirado en la cama</b>. Cuando estás con ella
no sólo no te miran mal si lo haces, ¡sino que te lo recomiendan
encarecidamente! Que sí, que no puedes hacer cosas que podrías hacer con otra
"amiga" en la cama... Pero nadie te quita la tranquilidad de estar en posición horizontal lejos de las inclemencias
temporales de la vida exterior.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Y no sólo eso, sino que tu amiga <b>te
regala un verdadero viaje a un mundo de aventuras sin precedentes</b> (¡y sin
drogas de por medio!). Tan sólo con subirte un par de grados la temperatura
corporal es capaz de hacerte ver elefantes rosas danzarines o gráciles cadenas
de DNA parlante (como lo leéis). Y a veces ni siquiera necesitarás cerrar los
ojos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Además, y ya puestos a no salir de
la cama, la gripe <b>te permite completar de una vez el ciclo de cine
"Películas que Siempre Quisiste Ver Y Nunca Tuviste Tiempo O Ganas
Suficientes Para Ello"</b>. Así, por ejemplo, he descubierto a mi avanzada
edad de 24 años la grandeza de los <i>spaghetti western</i> y el carisma que tiene
Clint Eastwood bajo un poncho sucio y descosido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
O incluso ponerte nostálgico y
recordar series que veías hace años, como <a href="http://www.imdb.es/title/tt0090390/"><b><i>"ALF"</i></b></a> (a la cual me he
vuelto a enganchar sin remedio alguno...) o <a href="http://www.imdb.es/title/tt0174378/"><b><i>"Becker"</i></b></a> (como
"House" pero en los '90, con más dinamismo y mala leche). Sea como
sea, no te aburres en ningún momento.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Por supuesto que no todo es cama, en
algún momento tienes que levantarte. A lo que sea. Es entonces cuando te miras
en el espejo y pegas un salto de sorpresa. Sí, ése eres tú. Tú sin algunos
kilitos que, dicho sea de paso, te sobraban. Ni te ha hecho falta correr
maratones ni probar dietas estúpidas y peligrosas como la Dukan Dhu esa. <b>Has
adelgazado estando tirado en la cama mientras mirabas una pantalla</b>. Como tiene
que ser.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Pero la gripe también se preocupa
por tus tareas, por supuesto. <b>Sólo con su presencia recuerdas todo lo que
tienes pendiente y deberías estar haciendo</b>. De hecho, esta amiga siempre aparece cuando más
trabajo tienes, ¡precisamente para eso! Para que no te olvides de nada y puedas
decir adiós a agendas escolares con dibujos de Bob Esponja y <i>post-its</i> de
colores horteras. ¡Qué maja eres, gripe!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
Como veis son todo ventajas. Yo
siempre la defenderé y disfrutaré de su compañía, como toda esta semana pasada.
<strike>Y que toda esta frase aparezca tachada si en realidad toda este texto es irónico</strike>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
¡Gracias, gripe!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://farm4.static.flickr.com/3609/3338845735_9bd19c6146.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="273" src="http://farm4.static.flickr.com/3609/3338845735_9bd19c6146.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"¡De nada, Álvaro! Jo, qué virus más guapo soy..."</i> (foto de <a href="http://www.flickr.com/photos/36128932@N03/"><b><i>kat m research</i></b></a>)</td></tr>
</tbody></table>
<br /><div style="text-align: center;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">···</span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><br /></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 0cm;">
PD: No me tengan muy en cuenta este
post de inauguración del blog. Mi "amiga" aún sigue rondándome...<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<br /></div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7468790839805124949.post-1384423052469387752011-10-20T16:57:00.000+02:002011-10-20T16:57:32.448+02:00Borrador 0<div style="text-align: justify;">
...</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
*Afilando el lápiz*</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bienvenidos todos a esta nueva locura, un proyecto pensado durante mucho tiempo.</div>
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<br /></div>
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Hasta ahora tenía dos blogs: <a href="http://cohntinua.blogspot.com/"><b><i>Cohntinua</i></b></a> ("novela" en forma de actualizaciones periódicas) y <a href="http://desdeelnucleo.blogspot.com/"><i><b>Desde el núcleo</b></i></a> (novedades y curiosidades científicas accesibles para todo el mundo); pero muchas veces uno tiene la necesidad de escribir palabras que no se ajustan a ninguno de los dos sitios. Textos rápidos sin muchas pretensiones, como relatos cortos o artículos de opinión. Es ahí donde nace y toma sentido (tanto en naturaleza como en nombre) <i>"Escribiendo a mano alzada"</i>.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No sólo eso, sino que puede llegar a convertirse en un verdadero "cajón de borradores" donde incluir otras creaciones como dibujos o música. Todo ello para, en último término, transformar este blog en una auténtica "página personal" en el que tener todo a mano, incluyendo los blogs ya existentes y los que están por llegar.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora sólo queda hacerlo todo con buena letra...</div>Álvaro F. Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/10612823417797363417noreply@blogger.com2