La necesitamos, y ella lo sabe. Todos los que alguna vez hemos tenido delirios de escritor somos conscientes de que sin inspiración no somos nadie. Que nos es vital . Pero que también es caprichosa , como la ley de Murphy . E inoportuna , apareciendo cuando no podemos hacerles caso o escondiéndose cuando la buscamos desesperados (siendo éste, además, su pasatiempo favorito). Y de nada servirán nuestras quejas o ruegos al aire; sólo ella sabe cuándo hará acto de presencia. Pero he de decir que esta imprevisibilidad no siempre es mala, ya que a veces la musa es también generosa y te regala algún que otro momento especial. Y siempre ocurre igual: de repente ves, escuchas o simplemente vives algo que te hace parar por un segundo mientras sientes que te inunda un cúmulo de sensaciones e ideas. Deseas volver a casa corriendo y ponerte a escribir sin parar, intentando plasmar gráficamente lo que sentiste durante ese momento de inspiración para poder transmitirlo. Pre...
Cajón/borrador de todas mis ideas...